El joyero de roble.

Como esta semana no habían llegado las sierras, pues he seguido haciendo ensambles de cola de milano, pasantes y con lazos perdidos a inglete.

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Para ello he decidido realizar un joyero en madera del roble viejo que corté hace tres años. Tras elegir la madera, comencé a serrarla para configurar una caja en la que la veta fuese continua. Tras preparar las piezas, serrado y cepillado, sierro las piezas en sus dimensiones aproximadas, ajustando lo máximo posible para que la veta sea continua.

Las preparación de las piezas.

Una vez tengo todas las piezas dimensionadas, realizo rebajes para unos listoncillos de arce que irán por el borde de toda la caja.

 

Después comienzo con los ensambles en cola de milano con lazos perdidos a inglete. Primero los dientes y luego las colas, esta vez, aunque no es muy común los ensambles encajan a la perfección a la primera, solo necesitaba ajustes uno de ellos.

Nota: En la fotografía se ve el proceso de «desbaste» de las colas pero los últimos cortes los realizo con las piezas de lado para poder controlar la verticalidad del corte.

Cuando estos están realizados, hago las acanaladuras tanto para el fondo de la caja como para las guías que sostendrán los cajones interiores.

La división de la caja en dos.

Una vez que tengo la caja montada, marco los laterales para dividir la caja en dos, pues la idea es hacer una caja doble, formada por dos cajas gemelas. Ajusto estos cortes para que ambas cajas cuando las una queden a la par. Selecciono la madera para estos dos nuevos laterales, que serán de arce y me dispongo a realizar ensambles en cola de milano pasante para estos dos laterales con la estructura de la caja. En este caso primero colas y luego dientes. Ajusto estos ensambles, y preparo los fondos de las dos cajas, que serán de cedro rojo. Una vez que tengo esto hecho y preparadas las guías de las cajas internas (de palo rojo), comienzo el encolado de las dos cajas gemelas, pero antes realizo unos taladros en las piezas de arce que albergaran unos pequeños imanes que sirven para unir las dos cajas.

Tras el encolado preparo los listoncillos de arce con sus ingletes y los incorporo a las cajas. Cuando están secos los ajusto con el nº5 y el nº 102.

Es hora de la tapa, la cual realizo con otra parte de la misma pieza de roble, cepillado deshilado para hacer como un libro abierto y cuando todo esta las uno con cola. Tras esto ajusto la tapa y la divido, a lo largo, en dos piezas una para cada caja pero que formen un conjunto continuo.

Con las tapas ajustadas, realizo unos taladros para alojar las bisagras ( dos pasadores de hiero) y luego marco su ubicación el las tapas.  Luego instalo los pasadores y realizo las incrustaciones de arce de la parte superior. estas son de arce al cuarto dejando la parte más llamativa hacia arriba.

Ahora con mucho cuidado , pues no puedo quitar las tapas, ajusto estas incrustaciones. Con esto hecho y a falta de realizar las cajas interiores comienzo a dar el acabado con gomalaca. Las tapas y los interiores ya estaban con gomalaca pues sino seria complicado. Cuando todo el conjunto esta montado y ajustado solo queda ar la gomalaca.

Al joyero solo le faltan dos cajitas deslizantes, sobre las guías de palorojo, para estar acabada.

Creo que hubiese sido más efectivo realizar los rebajes para la madera de arce antes de serrar las primeras piezas pues todo se hubiese hecho de forma continua ahorrando tiempo y ajustes.

La semana que viene finalizaré la sierra de bastidor y el cepillo de entalla (que ya es hora). Mientras tanto espero que estos relatos os resulten amenos, que os sirvan de algo y que os haya gustado el nuevo joyero.

Hasta la próxima…

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